Tal vez sea difícil encontrar a una persona que pueda negarse a sí misma el placer de comer una rebanada de sandía madura y dulce en un caluroso día de verano. Este fruto de la familia de los melones con gusto lo comen absolutamente todo, incluidas las personas que luchan activamente contra el sobrepeso. Y esto no es sorprendente, ya que la pulpa dulce de la sandía tiene un valor energético muy bajo, y 100 g del producto contiene solo 38 kilocalorías.
No es ningún secreto que la sandía tiene un 92% de agua, por lo que el cuerpo la absorbe muy fácilmente. Al mismo tiempo, 100 g de pulpa de sandía contienen solo 0, 6 g de proteína, 5, 5 g de carbohidratos y 0, 1 g de grasa. Es por esta razón que la sandía es un excelente plato dietético que, incluso con niveles elevados de fructosa, se recomienda que se coma no solo para personas con sobrepeso, sino también para diabéticos. Además, la pulpa de sandía contiene una gran cantidad de vitaminas C, PP, B y A, así como elementos traza tan importantes como el calcio, el fósforo, el hierro, el potasio y el magnesio.
Gracias a esta combinación de sustancias beneficiosas, la pulpa de sandía tiene excelentes propiedades de limpieza. Su uso regular en alimentos permite no solo tratar la obesidad, sino también eliminar toxinas del cuerpo. En primer lugar, estamos hablando de arena y piedras en los riñones, que comienzan a salir después de una semana de dieta de sandía. Además, el jugo de esta fruta es rico en ácido fólico, que es indispensable para los problemas de la sangre y, en particular, ayuda a combatir los niveles bajos de hemoglobina. Además, debido al contenido de magnesio y potasio, la sandía ayuda a fortalecer el músculo cardíaco y disminuir la presión arterial, ayuda a eliminar las placas de colesterol de los vasos sanguíneos y normaliza el metabolismo del cuerpo. Si hablamos del valor nutricional de la sandía, vale la pena señalar que es rica en fibra, lo que puede normalizar el trabajo de los órganos digestivos. Por lo tanto, la sandía es simplemente indispensable para la colitis y el estreñimiento, ya que tiene el efecto de un suave laxante natural que puede limpiar delicadamente los intestinos. Además, el jugo de sandía es una excelente manera de limpiar el hígado, ya que puede eliminar el exceso de bilirrubina y sales de metales pesados. No olvide que la pulpa de sandía es un excelente antioxidante y, debido al contenido de betacaroteno, ayuda a renovar las células de todo el cuerpo, restaurar la visión y prevenir el envejecimiento prematuro.
